Cuando escuchamos la palabra LEGO, pensamos en piezas de colores, castillos, robots y muchas horas de juego. Sin embargo, pocos saben que la historia de LEGO comenzó en un pequeño taller en Billund, Dinamarca, en agosto de 1932. Allí, el carpintero Ole Kirk Christiansen fabricaba juguetes de madera para enfrentar una época complicada: la Gran Depresión.

El significado detrás del nombre
Dos años después, en 1934, la empresa tomó el nombre LEGO, una combinación de las palabras danesas “leg godt”, que significan “juega bien”. Desde el principio, Ole apostó por la calidad, el detalle y la durabilidad, algo que marcó para siempre la identidad de la marca.

De la madera al plástico: un cambio que marcó historia
A lo largo de los años, LEGO no dejó de evolucionar. En los años 40, tras un incendio, la empresa empezó a trabajar con plástico. Y fue en 1958 cuando Godtfred Kirk Christiansen, hijo de Ole, diseñó el famoso sistema de encaje que permitió construir figuras más firmes y creativas. Esta innovación no solo cambió el rumbo del negocio, sino que abrió la puerta a infinitas posibilidades de juego.

Desde entonces, LEGO ha crecido sin perder su esencia. Además de sets temáticos y colaboraciones con franquicias famosas, la marca ha llegado al cine, la educación y los parques temáticos. Cada bloque sigue conectando generaciones y fomentando la imaginación.
LEGO hoy: creatividad, juego y futuro
A casi un siglo de su creación, LEGO no solo se mantiene vigente, sino que inspira a niñas, niños y personas adultas a construir, aprender y crear, una pieza a la vez.

Xideral Team